Soy Sagrario, de 72 años. Vivo en Polán aunque soy de Gálvez.
Conocí a don José cuando estuvo en Totanés de sacerdote. Tuve la suerte de conocerlo personalmente. Siempre lo he recordado como un buen sacerdote y transmitía tanta espiritualidad que yo ya intuía que era un hombre santo.
A lo largo de mi vida he estado unida a la Iglesia, pero tuve un tiempo que dejé de ir a misa, sólo iba a alguna misa de difunto.
Estaba pasando una crisis depresiva y espiritual. No quería salir de mi casa a ninguna parte.
Un día que fui a la iglesia vi unas hojas. Cogí una y mi sorpresa fue que hablaba de don José. En ella una persona expresaba una gran devoción hacia don José que coincidía conmigo.
Conecté con esta persona que se llama Magdalena. Las dos nos alegramos de haber conocido a don José y de tener los mismos sentimientos hacia él. Me ha dado algún libro de don José y me pasa todos los boletines que van publicando.
Un día me llamó Magdalena para decirme que iban a formar el grupo de Marías de los Sagrarios. Fui a la reunión y me apunté para ser miembro de este grupo.
Yo no sé si doy algo al Sagrario, pero sí puedo decir que el Sagrario me da mucho a mí, espiritualmente y también a nivel de persona. Para mí es algo muy grande.
Por todo ello quiero dar gracias a don José, porque no me cabe duda que ha sido su intercesión la que ha hecho que vuelva a estar unida a la Iglesia. Lo considero un milagro. Estaba alejada de la Iglesia y he vuelto otra vez a sentir la presencia del Señor en mi vida.
Gracias don José.