El novio de mi hija ingresó con una hemorragia intestinal grave. Tras unas transfusiones decidieron operarle, sin tener claro lo que iban a encontrar. Lo encomendé a D. José, que junto a mi hermano José Carlos (de 10 años) son la dos personas a quien me encomiendo por tener la certeza de que están muy cera del Padre e interceden por mi familia. Gracias a Dios y a la intercesión de D. José se recupera rápidamente. A D. José no lo conocimos en vida, pero sí por medio de un amigo sacerdote y otros amigos que Dios ha ido poniendo en nuetra vida. Nos ha marcado su entrega a los más pobres y su amor incondicional a la Iglesia. Leemos todo lo que cae en nuestras manos de él, regalo de Dios, y le pedimos su pronta beatificación.
Fundación José Rivera
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