Este año, debido a las especiales circunstancias que vivimos, no será posible celebrar la Misa en el aniversario de la muerte del Venerable José Rivera Ramírez junto a su sepultura. Eso no impide que reavivemos su memoria en este día, recordando su testimonio y pidiendo a Dios que nos ayude en estos momentos de dificultad.

¿Qué habría hecho don José en circunstancias como estas? Seguramente, recordarnos que las realidades eternas son más fuertes y seguras que las apariencias terrenas, y los medios sobrenaturales más seguros que todos nuestros esfuerzos humanos.

Por eso, os proponemos a todos, el 25 de marzo, unirnos espiritualmente al rezo del Rosario que se ha convocado en Fátima a las 19:30 horas, pidiendo a María su protección maternal.

Recordamos estas palabras de su Diario, que nos ayudan a actualizar nuestra confianza, al unirnos en la oración del Rosario:

Grandeza de su figura maternal: respecto de Cristo como individuo humano, respecto del Cuerpo místico. Consecuencia del amor del Padre, de Cristo, del Espíritu a ella. Confianza en que desean que se haga ostensible su magnificencia. Luego, cuanto más difícil, improbable, se muestre una obra, más confianza habrá que tener en que Dios quiera que se realice por su intercesión. Desde luego, será preciso que tal intervención maternal sea proclamada…” José Rivera, Diario 1 de febrero de 1986.

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