Y de todos sus objetos. Cuando todo ello ha sido desmenuzado, quemado, desvanecido, entonces el Espíritu nos llena, y traspasa, y sopla poderosísimo, incontenibe, a través nuestro. Y ello no es tarea horrible, como imaginan. Es asunto, no más, de confianza, de fiarse de Él, de no entercarse en resistirle, en obrar a nuestro capricho, […]